¿Sabías que el polietileno, utilizado en las bolsas de compras, es el polímero sintético más producido y descartado a nivel mundial, y los científicos hallaron que se trata del emisor más prolífico de ambos gases?
Estudios recientes han descubierto que los materiales de polietileno de baja densidad (LDPE) utilizados para almacenar alimentos, textiles, materiales de construcción y diversos artículos de plástico que acaban en el océano, pueden seguir emitiendo gases de efecto invernadero incluso una vez dejan de recibir la luz del sol.
La mitad de los envases del consumo global son de plástico y más de un tercio de la resina producida por las compañías químicas termina en el mercado final de los envases, según un informe publicado en Citi GPS, que advierte de que otros materiales como el metal, el vidrio o el papel podrían recuperar cuota de mercado frente a este compuesto químico por el incremento de la preocupación medioambiental de los consumidores.
Se sabe que el plástico libera una variedad de sustancias químicas durante su degradación, algunas de las cuales tienen un impacto negativo en los organismos y ecosistemas. Y así, según informan estudios, la exposición a la luz solar de los plásticos más comunes, es susceptible de producir y produce, la liberación de metano y etileno, dos potentes gases a la hora de generar efecto invernadero.